Nuestro querido Walter necesitaba con urgencia un sillón de varias posiciones para disfrutar de un cierto confort que le ayude a conseguir la posición deseada y disminuir el dolor.
Cuando Pídeme la Luna visitó a Walter en su domicilio y descubrió esa gran necesidad, se puso manos a la obra para llevarle a su niño el sillón en el que más cómodo se encontraba después de hacer varias pruebas y aquí lo tenemos tan contento y educado como siempre dándonos las gracias.
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