Hoy nuestra querida Paola ha vivido un momento inolvidable. Cuando llegamos a su habitación del hospital con una gran caja en las manos, su carita reflejaba una mezcla de nervios y emoción. ¿Qué sería aquello tan pesado? No podía imaginar que dentro de esa caja estaba algo que haría brillar su rostro como nunca antes.
Durante días, su mamá le había explicado que quizá lo que ella tanto deseaba no sería posible. Pero en Pídeme la Luna no dejamos que ningún sueño se quede sin cumplir, y trabajamos para que ese día tan especial llegara. Paola pensó que, tal vez, su regalo sería otra cosa, algo como una consola… pero mientras abría la caja, su entusiasmo crecía a cada segundo. Y entonces lo vio: ¡su preciosa muñeca bebé reborn de silicona!
La reacción de Paola fue indescriptible: su carita reflejaba alegría, sorpresa y pura emoción, un cóctel que se resumía en un rotundo «¡Lo he conseguido!». Estaba tan feliz que, sin dudarlo, le dijo a su papá que esa noche él dormiría en el sofá, porque ella abrazaría a su nueva «hija» toda la noche.
La felicidad no quedó solo ahí: sus abuelos, al verla, se convirtieron en bisabuelos, y sus papás ¡en abuelos! La habitación estaba llena de risas, abrazos y una alegría que contagió a toda la familia.
Gracias a todos los que hacéis posible que Pídeme la Luna siga transformando los sueños de nuestros niños en realidad. ¡Otro sueño cumplido!