Si para la Asociación Pídeme la Luna es muy importante cuidar a nuestros niños de Onco-Hematología, no es menos importante cuidar de esas cuidadoras tan especiales y tan queridas que son sus madres, unas madres valientes y luchadoras de las que cada día aprendemos maravillosas lecciones.
Hoy hemos podido vivir unos momentos bonitos, entrañables y muy emotivos; hemos viajado hasta el pueblo de nuestro querido Aitor para darle una sorpresa a él y a su madre, una gran mujer que todos queremos mucho y deseamos cuidar con esmero, por eso, queríamos facilitarle que el manejo de la silla de ruedas de Aitor, fuera más ágil y sencillo, para evitar que su madre siguiera haciendo el esfuerzo diario de tener que empujarle, y hemos querido sorprenderla con un sistema de propulsión eléctrica con tres velocidades y que con solo pulsar un botón, la silla se desplaza sin tener que hacer ningún esfuerzo.
Hemos contado con la ayuda de un gran ortopedista: Pedro López, que también nos ha acompañado muy amablemente para darnos las indicaciones oportunas sobre el manejo de la silla, aunque hay que reconocer que a Aitor, lo que más le ha gustado, son los embellecedores que le hemos puesto a las ruedas, porque son de sus personajes favoritos.
Ha sido una tarde bonita y alegre en la que todos hemos disfrutado de unos momentos inolvidables como son todos los momentos que se viven en Pídeme la Luna.