Nuestra pequeña princesa

Es un cielo de criatura con sus dos añitos; su alegría desbordante y una sonrisa maravillosa no solo iluminan su habitación del hospital sino que llenan de luz a todo el que llega y cuando te vas, sentadita en su cama comienza a tirarte besitos para despedirte, sin duda desde el primer momento Yenneva nos ha robado a todos el corazón.

Aún no sabe hablar bien pero con su media lengua su madre le entiende todo lo que dice y es que ese sexto sentido de madre es capaz de dominar cualquier idioma por amor.

Nuestra pequeña princesa lo tenía muy claro: su sueño era tener una cocinita para hacerle sopa a su bebé y ante esta petición tan tierna, una vez más Pídeme la Luna no dudó ni un momento en hacerla feliz y se presentó al día siguiente en el hospital con la cocinita y el muñeco nenuco para que Yenneva le diera de comer sopa. ¡Qué bonita es la sencillez de un niño y cuanto podemos aprender de ella los mayores!

Cuando Yenneva nos vio aparecer con dos grandes paquetes, se volvía loca de contenta: alegría, emoción, nervios etc. ella sabía que su sueño se estaba haciendo realidad y a nosotros nos enseñaba lo poco que se necesita para ser feliz.

Princesa bonita, deseamos que juegues mucho con tu cocinita y tu nenuco y te diviertas cocinando sopa para que se te hagan más cortas las tardes en el hospital.

Te queremos.

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