Jesús, nuestro joven amigo tenia muy claro cual era su sueño: estar cerca del Cristo de las Tres Caídas y de la Esperanza de Triana este Viernes Santo en Sevilla. Ver su salida, sentirlos cerca de él, mirar y contemplar sus divinos y bellos rostros y pedirles tantas cosas…
La Asociación Pídeme la Luna también lo tuvo claro desde el primer momento que descubrió la pasión que siente Jesús por el mundo de las cofradías de Semana Santa y por sus marchas procesionales, y ha querido que este Viernes Santo sea inolvidable para Jesús, haciendo realidad el sueño de su vida acompañado por su familia.
Queremos enviar todo nuestro cariño e inmensa gratitud a Alfonso de Julios-Campuzano González, Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental de la Esperanza de Triana por abrirle a Jesús este año las puertas del templo con tanto cariño y generosidad en un día tan importante para la Cofradía. Y por ese balcón privilegiado que puso a su alcance para que pudiera vivir con tanta intensidad y alegría el gran sueño de su vida: la salida procesional en la madrugada del Viernes Santo. Gracias también a Pepe Otero y Manolo Muñoz por haber aportado su granito de arena en este día inolvidable.
Fue impresionante el modo con el que vivió Jesús la Semana Santa el año en que tuvo que estar hospitalizado y no pudo procesionar por las calles de Jaén como siempre lo hacia; no pudo acompañar a su Virgen de la Estrella, por la que siente un gran cariño y auténtica devoción, ni escuchar esas marchas procesionales que tanto le gustan hasta el punto de llegar a emocionarlo; pero Jesús no se desanimó, sino que supo llevarse la Semana Santa a su habitación del hospital, decorando sus paredes con bellos póster de Vírgenes y Cristos, y escuchando con gran entusiasmo, devoción y recogimiento esas marchas que tanto le apasionan, mientras contemplaba extasiado sus imágenes con aquellas miradas tan llenas de cariño. Pero en ningún momento se sintió triste, ¿cómo lo iba a estar?. Además de unos padres maravillosos que siempre están a su lado, allí estuvo también con él todo el tiempo su Virgen de la Estrella, su Cristo de la Tres Caídas y su Esperanza de Triana.
Gracias Jesús por todo lo que nos has enseñado, tú nos has hecho a todos un gran regalo: haberte conocido.