Para Pídeme la Luna no existen los imposibles y en el reciente viaje a Valencia que hemos realizado con nuestros niños junto a sus familiares, personal sanitario y voluntarios para disfrutar de la Ciudad y asistir al Oceánográfic y Bioparc, habíamos recibido una petición muy especial de Pedro, un precioso niño jienense de 8 años, muy inteligente y divertido: estar cerca de la Virgen de los Desamparados. De inmediato, Pídeme la Luna se puso manos a la obra para colmar con creces este anhelo tan preciado para Pedro ya que es muy devoto de la Virgen.
Nuestra fábrica de sueños nada más contactar con la Basílica y contarles la historia de Pedro, nos adelantaron que podría hacer de monaguillo en la Misa dominical.
La emoción de Pedro se desbordó cuando entramos a la Plaza de la Virgen y le contamos que la Virgen de los Desamparados le estaba esperando. De la emoción, de repente se quedó sin apenas articular palabras.
Le recibió y dio la bienvenida el vicerrector de la Basílica, don Álvaro Almenar y lo llevó junto a él para que lo acompañara durante toda la Misa. En la ceremonia, las madres de la asociación hicieron sus peticiones y los niños llevaron unas ofrendas. Don Álvaro dijo que ante el dolor y el sufrimiento no hay que desmoralizarse y seguir adelante. Al finalizar, la presidenta dirigió unas palabras de agradecimiento, también al público valenciano.
Lo que no se podía imaginar Pedro es que subiría al camarín de la Virgen. A los pies de la “Mare de Deu” o “Geperudeta” como le llaman los valencianos, don Álvaro le decía a Pedro que la Virgen se iba a dar la vuelta para que pudiera besarla y que eso solo lo hacían los reyes o gente muy importante y que una vez delante de ella no se olvidara pedir por todos los niños de Oncología. La emoción inundó a los padres de Pedro y a algunas madres que, junto a niños y voluntarias de la Asociación, pudieron subir al camarín. Con un nudo en la garganta observábamos a Pedro mientras ascendía las escaleras y le veíamos como la besaba y rezaba ante Ella.
Pero aún le esperaba otra sorpresa cuando el mismo don Álvaro acompañó a Pedro a la Capilla del Santo Cáliz en la Catedral. Desde allí contó a todos los niños de una forma muy didáctica la historia del Santo Cáliz, a la vez que todos atendían y observaban con asombro.
Pedro nos ha dado a todos una gran lección de fe y su gran alegría y buen humor que nos ha transmitido a todos.
Un agradecimiento especial para el vicerrector de la Basílica y custodio del Santo Cáliz, Álvaro Almenar por haber derrochado tanto cariño y atención a Pedro y brindarnos la oportunidad de poner a todos nuestros niños bajo la protección de Nuestra Señora la Virgen de los Desamparados.
Como broche de oro de este viaje tan especial no podía faltar una deliciosa paella valenciana en el emblemático restaurante La Pepica de la Playa la Malvarrosa.
Todos volvieron a Jaén super felices tras recibir de nuevo la mejor terapia que Pídeme la Luna siempre le sabe dar para ver a sus niños felices.
GALERÍA FOTOGRÁFICA: